El fin de la Consultoría

El fin de la Consultoría

Desde hace varios días vengo conversando con empresas, y escuchando necesidades que antes no estaban sobre la mesa 😏 . Creo que la pandemia además de traer complejidad a las organizaciones ha desnudado las falencias que venían arrastrándose y dejándolas expuestas. Ya no podemos mirar para otro lado. Es por eso que durante los próximos días iré compartiendo algunas tendencias de RRHH que pronto se volverán moda.

HOY: El fin de la Consultoría (al menos como la conocemos)

Para tener un área ágil e innovadora de RRHH es necesario que proveedores e internos colaboremos en desarrollar las mejores formas de trabajo, aplicando el conocimiento de las organizaciones y también el bagaje personal de cada individuo. Ahí es donde entra la verdadera diversidad.

En mi rol como Consultor y Coach, descubrí que si acompaño a esas áreas de RRHH que tienen la intención y la capacidad de innovar a desarrollar mejores formas de hacer las cosas, compartiendo mi orientación, guía, estructura, diseño y know-how los resultados son BRILLANTES. Nadie mejor que la propia empresa para desarrollar su solución.

Y la solución, es Artesanal. Si, señor consultor….. No existe un modelo que aplique a todos, no hay forma de que una empresa alimenticia tenga la misma cultura, el mismo dolor, que una empresa de autopartes. Ni aunque estén en el mismo parque industrial.

Y es por eso que darle el rol y el protagonismo a los verdaderos DUEÑOS del proceso es la forma que encontré para que mis clientes puedan destacarse por sobre los demás.

RRHH y el capital humano de la empresa, saben que es lo mejor para ellos, solo necesitan una linterna que alumbre distintas partes del camino y les vaya armando el mapa. Son Protagonistas de su propio diseño, y eso redunda en hacerse responsables de llevarlo adelante. Las personas deben estar primero, para brindar y diseñar soluciones, y las áreas de RRHH necesitan partners responsables que las acompañen en este proceso sin quitarles la luz. Ser consultor es dejar en cierto modo el Ego de lado, y permitir que quien te contrata sea mas importante, que su sistema recupere su lugar, y que los componentes del mismo funcionen en su orden y jerarquía de manera fluida. Así se hacen negocios exitosos.

Esa es la clave de una consultoría que no fagocita al cliente con sus modos, sus modelos o sus miles de «soluciones», sino que lo vigoriza para dejarlo volar.